Geoffrey Rush en "El discurso del rey".
Artículo de opinión, publicado el 30-01-2011 en Tribuna de Salamanca.
http://www.tribuna.net/noticia/58306/OPINI%C3%93N/nominados-semana.html
En esta vida que nos ha tocado por el momento, la base del éxito es comunicarse bien. Y si no que se lo digan a Jorge VI, duque de York y rey de Gran Bretaña, protagonista de una de esas cintas que tanto gustan a los académicos de Hollywood, El discurso del rey (Tom Hooper, Reino Unido, 2010). Con 12 nominaciones a sus espaldas, nos muestra una tremenda batalla interpretativa entre Colin Firth y Geoffrey Rush, que se abofetean con una ironía verbal digna de enmarcar.
Tan heavy es el pulso, que de rebote llega la consorte de Tim Burton, Helena Bonham-Carter, y pilla sitio en los Oscar con muy pocos minutos y menos texto en la cinta.
No llega a los extremos de Judi Dench en Shakespeare in Love (John Madden, Reino Unido, 1998), en la que quienes cronometraron a la actriz, recuerdo, no daban más de ocho minutos en pantalla, pero la Academia ha redondeado la cifra de posibles estatuillas al alza. Que siempre tiene que haber una favorita, leñe. Utilizando esta breve introducción, quiero hacer públicas mis nominaciones a los buenos y malos -pero en todo caso, grandes- comunicadores de la semana, categoría que todavía no se paseará por el Kodak Theatre el mes que viene. Y los tres nominados son:
Álex de la Iglesia. Futuro ex-presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de nuestra tierra, el director bilbaíno ha sido el trending topic de la semana tras su anuncio de dimisión como consecuencia de la ley Sinde.
Aún sin saber exactamente el resultado que nos traerá tan polémica regulación, de la Iglesia ha tomado posición y ha hablado alto y claro. Independientemente de la razón que tenga o pueda llevar, de las críticas que Icíar Bollaín verse para despacharse a gusto, el mandatario ha reconocido un cambio de opinión al respecto.
No debía saber que eso, en política, no entra en las normas del juego. Volveremos a ver una gala de los Goya calentita, para que no añoremos los tiempos de los hermanos Almodóvar, Garci o de la ex-presidenta Sinde.
Steve Jobs. Enganchamos con el tema tenológico. Está claro que cuando alguno de los anteriores mencionados habla, sube el pan. En el caso de Jobs, es estornudar, y la compañía de la manzana se coge unas gripes de cuidado.
En la semana posterior a su anuncio de dejar la empresa que domina una parte del mundo, las acciones siguen bajando a un ritmo vertiginoso, y Apple no saca mientras tanto ningún nuevo aparatito. Craso error.
Valero Rivera. Aquí permítanme una pequeña licencia en una semana tan importante para el que es mi deporte.
Gran figura en la historia del balonmano patrio, Rivera ha conseguido que todos creamos que La Roja era peor de lo que en realidad es, para que después todos observemos con asombro el tercer o cuarto puesto que hoy consiga España ante la anfitriona Suecia.
Si bien es cierto que el conjunto no es el mismo que el de pasados campeonatos, el victimismo con el que hemos acudido al norte de Europa no es propio de una selección que, sirva como ejemplo cualquiera, fue campeona del Mundo hace tan sólo seis años. Anoto, por cierto, la disgustada queja de mi compañero de sección Fernando Rodríguez, amante donde los haya del deporte en general, con el cual coincido en la laxitud de ciertas normas de esta disciplina.
De las afirmaciones que me hiciste el pasado viernes me quedo mejor con una sensación: el espíritu de La Roja ha traspasado modalidades, y ahora hemos dejado de explicar el fuera de juego futbolero, al pasivo del balonmano. Batalla ganada.
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